El olivo además de ser un árbol que proporciona un estupendo fruto también es un árbol ornamental que adornará perfectamente tu jardín. Una de sus grandes ventajas es que que no necesita de un cuidado y unas necesidades estrictas, solo necesita de un poco de atención para conservarse en perfectas condiciones.



-Decidir dónde plantarlo: El olivo requiere de un gran espacio para plantarlo y aunque sea un árbol resistente a las bajas temperaturas que se pueden dar en invierno lo recomendable es plantarlo en primavera u otoño ya que aumenta la facilidad del árbol para poder enraizarse.

También es de vital importancia tener en cuenta el clima donde vivimos, si por lo general vivimos en un clima frío lo mejor será tenerlo en maceta y pasarlo a una zona donde pueda estar resguardado en esa época del año para poder resguardarse de las heladas y que no sufra daños hasta que sea fuerte, si por el contrario vivimos en un clima templado se puede plantar directamente en el suelo.

-El tipo de suelo: El olivo es un árbol que no requiere de un tipo de suelo especial en cuanto a condiciones, ya sea pobre en nutrientes, calizo... pero no puede ser un terreno húmedo, es un árbol que no tolera bien el exceso de humedad y que requiere de un terreno que drene bien el agua sobrante.

No es recomendable plantarlo cerca del césped ya que tiene una capacidad de retención de agua alta y podría acabar pudriendo las raíces del olivo.



-Abonado: Requiere de un único abonado al año, este abono deberá ser mezclado con el sustrato de alrededor del árbol. 

-Poda: lo ideal es llevarla a cabo entre febrero y marzo y hay 3 tipos de poda diferentes que se pueden hacer:

1. Poda de formación: Se hace cuando tenemos un árbol joven y se utilizará para quitar las ramas bajas del árbol. 
2. Poda de fructificación: Utilizada cuando el árbol está cerca de dar frutos, consiste en la poda de ramas con el fin de airear las otras ramas y hojas 
3. Poda estética: No tiene otra función que no sea la de darle un toque estético con la forma que deseemos. 


Una vez plantado solo queda esperar a que dé sus frutos que dependiendo la especie está entre los 3 a 5 años o incluso más, dado el fruto toca el momento de recogerlo y nos ayudaremos de un vareador para ello y te explicamos como usarlo a continuación 

Vareado 

Este proceso comienza en otoño , pudiendo alargarse a principios de invierno dependiendo de la especie. 

Varear un olivo es sencillo pero delicado ya que si aplicas demasiada fuerza podríamos dañar el árbol incluso romper sus ramas, y si le damos muy suave solamente quitaremos hojas y el fruto no caerá.

Para que una recolecta de olivas sea exitosa lo ideal es colocar una esterilla en los alrededores del árbol y con precisión y fuerza justa "rascar" con el vareador las ramas con frutos del árbol, dando vueltas alrededor del mismo en el proceso para llegar a todas las ramas. 

Esperamos que les hayan sido de ayuda estos consejos y cualquier duda no duden en contactar con nosotros.